Las vacaciones de verano hacen que tanto niños como adultos pasen más tiempo en el hogar o al aire libre. El Ministerio de Salud reiteró las recomendaciones para evitar la aparición de enfermedades vinculadas al calor y alimentos así como a picaduras, e incluso, lesiones no intencionales.
La temporada estival propicia que tanto chicos como adolescentes y adultos permanezcan en sus hogares y, también, realicen mayor cantidad de actividades recreativas en espacios al aire libre. En ese contexto, el Ministerio de Salud reiteró algunas pautas para evitar problemas vinculados tanto a enfermedades como lesiones no intencionales.
Prevención de enfermedades
Uno de los inconvenientes más frecuentes son los golpes de calor que se producen por la pérdida de agua y sales esenciales que el cuerpo humano necesita para el buen funcionamiento. Entre sus síntomas, pueden presentarse: fiebre, sed intensa, sensación de calor sofocante, piel seca, dolor de estómago, falta de apetito y náuseas, dolor de cabeza, mareos e incluso desmayo. En los bebés, también puede observarse irritabilidad y llanto así como la piel afectada por la transpiración en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y en la zona del pañal.
En ese marco para prevenirlos resulta esencial: Permanecer en lugares frescos y bien ventilados; usar ropa clara de algodón; beber mucho líquido, preferentemente agua fría durante todo el día, aún si no se tiene sed, así como también evitar el consumo de infusiones calientes, bebidas alcohólicas y aquellas con mucha azúcar; y, en el caso de lactantes, ofrecer el pecho de manera más frecuente.
También durante el verano aumenta la aparición de cuadros diarreicos que se manifiestan con deposiciones blandas y frecuentes, dolor abdominal, vómitos y fiebre. Estas enfermedades se transmiten generalmente por consumo de agua o alimentos contaminados. Por esto son importantes las medidas de prevención como: consumir sólo agua segura; lavarse las manos para manipular alimentos y asegurarse que los mismos mantengan la cadena de frío. Asimismo lavar las frutas y verduras con agua potable y consumir la carne bien cocida. Si no se posee servicio de agua potable se deben colocar dos gotas de lavandina por cada litro y dejar reposar 30 minutos; o bien hervirla durante tres minutos y esperar a que se enfríe para consumirla.
En lo vinculado a exposición al sol se debe evitar su permanencia de 10 a 16 horas. También se debe utilizar sombreros o gorras con visera; mojarse la cabeza y partes del cuerpo de manera frecuente y usar siempre protector solar (factor 15 o mayor) en zonas expuestas, aún en días nublados. Igualmente, recordar renovar la aplicación cada 2 horas, o bien después de meterse al agua o de haber transpirado.
Recomendaciones para evitar lesiones
El hogar suele ser uno de los lugares donde se incrementa la actividad durante todo el día. En ese marco resulta esencial: evitar tocar descalzos o mojados electrodomésticos; utilizar hornallas traseras al momento de cocinar, cerrar la llave de gas y que los chicos se acostumbren a no tocar la puerta del horno. También es importante asegurar televisores contra la pared y su respectiva mesa, como así también tapar las entradas de los enchufes para evitar descargas eléctricas. Además asegurar las piletas o bachas de sanitarios y lavaderos para evitar que los niños se cuelguen de estos dispositivos.
En tanto que al momento de efectuar tareas en patios y jardines, resulta fundamental no dejar baldes, palanganas y/o piletitas con agua porque suelen ser un peligro para los chicos. Por otro lado se debe secar el suelo después de baldear o de una lluvia a fin de evitar caídas; tapar correctamente los pozos y desagües y reparar las baldosas levantadas o rotas. No colocar plantas con espinas, tóxicas o con frutos pequeños que puedan ingerirse; tampoco dejar herramientas, venenos, plaguicidas o fertilizantes al alcance de los niños. En tanto las sogas para colgar la ropa deben estar altas (aproximadamente a 2 metros) y los tendederos se deben ubicar contra la pared. Al utilizar la parrilla, vigilar que los chicos no jueguen cerca y al terminar no dejar brasas encendidas. No usar ningún líquido combustible (tales como nafta, kerosén o alcohol) para encender o avivar el fuego.
Finalmente, hay que tener presente que en nuestro país el ahogamiento es la segunda causa de muerte por accidentes en la franja de 1 a 15 años (detrás de los accidentes viales), por eso se recomienda enseñarles a nadar y respetar las señales de peligro. Además, siempre debe haber un adulto que sepa nadar controlando a los niños, con visión directa y permanente; y se debe evitar que jueguen en aguas no autorizadas o desconocidas.
Enfermedades ocasionadas por animales y vectores
La combinación de altas temperaturas y humedad favorece la proliferación en el hogar tanto de mosquitos como de animales ponzoñosos que ocasionan problemas de salud.
En el caso de alacranes, si bien no es posible eliminar por completo su presencia se hace hincapié en las medidas para evitar picaduras como revisar y sacudir las prendas de vestir y el calzado antes de utilizarlos, especialmente si han quedado tirados en el suelo; alejar las camas de las paredes; y tener cuidado al examinar cajones, estantes, vehículos, bolsos, que pueden ser medios de transporte de alacranes.
En caso de tener un bebé en el hogar es necesario colocar las patas de la cuna dentro de frascos de vidrio para evitar el ascenso de los alacranes. También se sugiere proteger manos y pies al remover escombros, troncos caídos; y evitar introducir manos y pies en huecos de árboles, paredes o debajo de las piedras.
En relación a las medidas de saneamiento es preciso mantener la casa limpia, especialmente en rincones y detrás de los muebles; utilizar rejillas sanitarias o con protección adecuada (tela metálica, tapones) en desagües de ambientes y sanitarios; colocar burletes en puertas y ventanas; y arrojar líquido desengrasante en las cañerías.
Finalmente para evitar la multiplicación de mosquitos transmisores de dengue se sugiere tirar los objetos que puedan acumular agua y cambiar el bebedero de animales al menos una vez por día y utilizar arena húmeda en floreros y plantas acuáticas. Además, es necesario aplicarse repelente y renovarlo cada tres horas; impedir la formación de charcos; mantener los patios limpios y desmalezados; y colocar mosquiteros para que los insectos no ingresen dentro de la casa.